Tras pasar por Montevideo, el II Taller de Luthería viajó a San Salvador. Entre los días 27 de noviembre y 6 de diciembre, participantes de El Salvador, Costa Richa, Ecuador, Honduras, Guatemala, México y Panamá se formaron en prácticas básicas de Luthería bajo la dirección del maestro argentino Lionnel Genovart. El proyecto, que beneficia a todos los países que integran el Programa (y por eso se denomina "común"), parte de una premisa básica: un instrumento inmovilizado por haber sufrido un daño concreto es una niña, niño o adolescente que no puede tocar y, por lo tanto, ve interrumpida su relación con la música, con su orquesta y con sus compañeras y compañeros. 
Gran parte de los desperfectos que sufren los instrumentos son de carácter leve, pero aun así su reparación queda fuera de las posibilidades de muchas orquestas, bandas y agrupaciones musicales, situadas en contextos socioeconomicamente vulnerables y, muchas veces, situadas lejos del luthier más próximo. El Proyecto enseña cómo resolver daños básicos y, además, provee de un kit de reparaciones integrado por herramientas especializadas de alta calidad, algunas de ellas importadas de Estados Unidos y Europa. El talle tiene una característica crucial: es totalmente replicable. Esto quiere decir que las y los participantes en el mismo formarán a su vez a intérpretes y docentes en sus países de proveniencia, multiplicando el impacto de la formación recibida. 

Por último, este tipo de formatos permiten estrechar lazos entre los participantes, catalizar futuros proyectos y compartir problemáticas  y sus respectivas estrategias para solucionarlas, siempre con un objetivo común: que las niñas y niños de nuestras orquestas no dejen de tocar.