Un día especial para la Orquesta Juvenil Iberoamericana: concierto en México - Un día especial para la Orquesta Juvenil Iberoamericana: concierto en México
Un día especial para la Orquesta Juvenil Iberoamericana: concierto en México
08/11/2019 Argentina, Costa Rica, Chile, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Uruguay Noticias, Artículos
Si quiere ver el concierto de la OJI en México, visite este enlace
La Orquesta Juvenil Iberoamericana es un proyecto especial para el Programa y lo es por dos motivos: en primer lugar, su ambición. Conformar una orquesta formada por integrantes de los once países que componen Iberorquestas Juveniles representa un desafío técnico y logístico considerable. La segunda razón se fundamenta en la presión que impone el alto nivel de exigencia artística que cabe esperar de una iniciativa así.
Como ustedes bien saben, Iberorquestas Juveniles no tiene como objetivo el formar intérpretes de élite (aunque esto no quita para que, anualmente, los sistemas educativos de cada uno de los países formen jóvenes perfectamente capaces de dar el salto al circuito profesional, ya sea como intérpretes y profesores) sino proporcionar herramientas educativas y sociales a las niñas, niños y adolescentes que reciben formación musical a través de la práctica coral y orquestal. No obstante, con motivo del X Aniversario del Programa, se decidió mostrar como suena Iberoamérica unida a través de una agrupación multinacional.
El país anfitrión ha sido México y ha ejercido dicho papel con total entrega y generosidad. El equipo del Sistema Nacional de Fomento Musical mexicano, encabezado por el maestro Eduardo García-Barrios resolvió una cantidad considerable de problemas logísticos (desde la concesión de visas para algunos de los jóvenes integrantes hasta algo tan prosaico como asegurarse de que habría toallas en el alojamiento).
Su eficacia queda ejemplificada en un detalle no menor: toda la actividad de la OJI, desde los ensayos al concierto pasando por los espacios de albergue y comidas, tuvo lugar en el Complejo Cultural de Los Pinos, situado en el Bosque de Chapultepec, en pleno centro de Ciudad de México. Para todas aquellas personas que nos leen y no tienen aun la suerte de conocer la capital del país azteca este nombre no les dirá nada y, sin embargo, el simbolismo es realmente fuerte. Los Pinos ha sido, hasta este año, la residencia oficial de los presidentes de México; esto implica que las instalaciones son de primer nivel, el paisaje resulta bellísimo y por lo tanto poder participar de su uso y disfrute públicos nos llena de felicidad y emoción.
Una orquesta, por definición, es una estructura estable que basa su calidad no solamente en el talento de sus componentes individuales, sino también en el ensayo, en la prueba, en la repetición. Una orquesta es, de algún modo, un instrumento en sí misma: un instrumento vivo que debe coordinarse, encontrar un equilibrio y una voz propia. La OJI tuvo el obstáculo (por motivos obvios) de no disponer de un periodo aceptable de ensayos: sus miembros se reunieron por primera vez el día 31 de octubre y el día 3 de noviembre culminaron la experiencia con el concierto de gala. Que este último resultase no solamente bueno sino además emocionante es un tributo al compromiso de los jóvenes intérpretes y, sobre todo, a la experiencia y calidad de los maestros que han dirigido la OJI en esta edición. Procedentes de Honduras, Panamá, Uruguay y, por supuesto, México los directores lograron en tres jornadas intensivas que la orquesta lograse una personalidad propia y el resultado fue bellísimo.
Pero, además, este X Aniversario del Programa contó con un invitado de lujo: cuando Jorge Drexler, en gira musical por toda América Latina, se unió a los ensayos ocurrió algo que no se ve a menudo. Ahí estaba una superestrella mundial cantando concentrado junto a medio centenar de jóvenes músicos quienes, tras un primer momento de sorpresa y nervios, encontraron en la interpretación un lenguaje común con el cantautor uruguayo. Desaparecieron las tensiones e inseguridades, se hicieron pequeños cambios en la ejecución y al terminar la segunda de las obras en las que intervenía Drexler se produjo un silencio interrumpido por un aplauso estruendoso que solo fue superado por el que dio el público unas horas después.
La OJI ha nacido y le queda mucho recorrido. 2020 será el Año Iberoamericano de la Música y esta orquesta que es pequeña en recursos pero enorme en corazón y talento tendrá un puesto especial que esperamos que todas y todos puedan disfrutar como se merece y como se merecen.